Blame!

Gran manga de temática ciberpunk que sigue las aventuras de Killy, un tipo que, dentro del Cyber-laberinto (una estructura esférica que parece sacada de la peor de las pesadillas), tiene la misión de localizar a humanos con genes puros, capaces de conectarse a la red. En su camino se encontrará con multitud de seres extraños, algunos amigables y otros no tanto.

El punto que marca la diferencia en esta serie, al igual que en todas las de Nihei, es la ausencia casi total de diálogos, siendo la narración puramente visual. Tiene muchísimo mérito contar una historia tan compleja y enrevesada apoyándose casi exclusivamente en el dibujo, dejando a los poquísimos diálogos como meras anotaciones, que generan más preguntas que respuestas. El dibujo es impresionante, sobre todo en los escenarios y estructuras, donde alcanza un nivel de detalle realmente obsesivo. Su única pega es que en las secuencias de acción es bastante caótico y confuso.

Pero no todo es oro en la villa del señor, e irónicamente la mayor baza constituye a su vez un gran lastre. Antes he dicho que apenas hay bocadillos. ¿Y qué tiene eso de malo si es lo mejor?. Pues que los tomos se leen en una fracción de segundo, lo que unido a su alto precio no hacen de él un manga en el que rascarse el bolsillo. En mi caso lo compré por Internet entero de segunda mano por 50 €, pero no sé yo si alguien se animará a comprarlo teniendo en cuenta los dos handicaps anteriores (a no ser que, claro está, te fascine el género).

No obstante, lo que yo valoro es el contenido y no el continente, y este es de calidad. Junto a algunos tomos únicos de Masamune Shirow, de los mejores tebeos cyberpunk publicados en nuestro país. No es una obra maestra, pero sí muy bueno.

7