Leon S. Kennedy (sí, el mismo del RE 2) es enviado a un remoto pueblo situado en España para rescatar a la hija del presidente de los ehehuhuh. Parece fácil, pero el lugar donde va a parar no es precisamente muy normal...
Cuarta entrega de la famosa franquicia de Capcom, en este caso con un gran lavado de cara a nivel jugable que dividió a la crítica en dos bandos, los más puristas que consideraron un sacrilegio el abandono de los patrones básicos de los survival-horror en detrimento de la acción pura y dura, y los que, fuera escepticismo, lo supieron valorar objetivamente como el juegazo que es. Yo soy de los segundos.
Sí amigos. El gran riesgo que asumieron Shinji Mikami y los suyos derivó en uno de los mejores juegos de la pasada generación. Ahora, con la cámara situada detrás del hombro de Leon, tendremos que recorrer una serie de niveles matando aldeanos y otros seres, explorando bien los escenarios y resolviendo puzles sencillitos. Es en la parte de acción donde más incapié se ha hecho, de modo que el acoso de los enemigos será constante y habrá que estar siempre alerta para combatirlos usando la mínima munición posible. Esto último es muy importante, pues si les acertamos en la cabeza o en las rodillas habrá muchas más posibilidades de acabar con ellos que acribillándolos sin ton ni son.
Pero sin duda alguna, más allá de su apabullante apartado técnico, lo grande de RE 4 es su tremenda capacidad para sorprender. Uno no sabe qué se va a encontrar detrás de cada puerta o rincón, o si algún enemigo le está a a punto de golpear por la espalda, ni cuando se activará una secuencia de botones. El jugador queda subyugado por la variedad de situaciones, la genial ambientación y el argumento, que sin ser una maravilla, logra mantener la expectación. Y eso no es poco.
Como gran fallo, destaco el doblaje. Leon y los personajes principales hablan en perfecto inglés, con unas voces más o menos pegadizas y no hay grandes quejas. El problema radica en los aldeanos. En teoría estamos en un pueblo español y ellos hablan en...mexicano. Olé sus huevos.
8
4 comentarios:
YO soy de los primeros. Un gran detractor de este juego.
Los resident siempre me han cansado cuando llego al laboratorio... pero este mucho antes.
No estaba mal, reconozco sus virtudes. Pero me aburrio. Fue un juego raro, lo estaba jugando y pensaba "guau, esto mola, esto esta bien", pero al mismo tiempo me aburría.
Con este juego, amen de lo relativamente flojas que fueron las sagas de Nintendo en la Cube, tome la decisión de abandonar los videojuegos. Sólo la DS y chorraditas como Ouendan o Brain Training me trajeron de vuelta al redil.
Juegazo.
La hostia en verso :)
Lo que me reí cuando encuentras el primer aldeano y te suelta ese muere cabrón (o algo así) en mexicano xD
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