Memories

Película compuesta de 3 historias, en las cuales Katsuhiro Otomo está involucrado de una u otra manera.


-Rosa magnética, dirigida por Koji Morimoto (Robot Carnival, Animatrix) y basada en un manga corto de Otomo (editado aquí por La Cúpula) nos cuenta el relato de una nave de recogida de deshechos que recibe una señal de socorro de un satélite abandonado. Cuando los basureros se dirigen al mismo (que se encuentra dentro de un campo magnético que atrae irremediablemente cualquier cosa que entre en su radio de acción) quedan atrapados sin salida. Allí dentro, los recuerdos de una cantante de ópera fallecida hace años parecen hacerse realidad...

Es la historia más larga de todas y la mejor a nivel artístico, pero hay algunas cosas que no terminan de quedar claras y pueden dar lugar a confusiones. Aun con eso es bastante buena. La música corre a cargo de Yoko Kanno (Cowboy Bebop, Macross Plus, GITS: SAC, Darker than Black)


-Bomba fétida, dirigida por Tensai Okamura (Wolf´s Rain, Darker than Black) y con guión de Otomo. Un joven químico japonés ingiere por equivocación una cápsula que, pasado un tiempo, le hace emanar de su cuerpo un extraño gas que se carga a cualquiera que lo inhala. Desesperado y sin darse cuenta de lo que está ocurriendo, el joven se dirige a Tokyo a buscar solución. Mientras, el ejército hará cualquier cosa para deternerlo...

Narrada en clave de humor negro, nos encontramos ante una inteligente crítica al sistéma burocrático nipón que no deja títere con cabeza. Atentos al final, tronchante. La dirige Tensai Okamura, artífice de Darker than Black, una de las series más exitosas de los últimos años.


-Carne de cañón, escrita, producida, diseñada y dirigida por Katsuhiro Otomo, es una de esas bizarradas a las que nos acostumbra el creador de Akira. Con un rompedor y sorpendente apartado técnico, alejado completamente de lo que uno concibe como anime japonés, se nos presenta una curiosa ciudad cuya única razón de ser es disparar cañonazos contra un enemigo desconocido. El final, como es típico de Otomo, es de libre interpretación.


Puede que no termine de gustar a los que busquen algo más convencional debido al carácter alternativo de los 3 relatos, pero es una experiencia que todo aficionado a la animación debería experimentar. Muy recomendable.