Autor: Kazushi Hagiwara
Género: Shonen/Seinen
Tomos: 25 (abierta)
Editorial: Shueisha
Revista: Shûkan Shônen Jump/ Ultra Jump
Ed. Española: Planeta-deAgostini
Año: 1988-actualidad (abierta)
Toca hacer una reseña, que hace tiempo que las tengo abandonadas y no he hecho aún ninguna en este blog. A ver que tal sale.
Este manga es muy importante para mí, básicamente por que fue el primero que me compré. Tenía yo por entonces unas 8 primaveras (¡quién las pillara!). Una tarde de ese año, acompañé a mi tío (un aficionado a los tebeos desde que tenía uso de razón) a la tienda de comics a comprarse los pertinentes números de Marvel y DC que tocaba. Mientras él miraba, yo me perdía por la tienda mirando esos dibujitos, esos porters y esas figuras supercaras de Spiderman que había por ahí. E inexplicablemente, mis ojos se detuvieron al ver un librito de unas 130 págs que ponía "Bastard!!" en la portada. Total, que me encapriché con el tomo y mi tío me lo acabó comprando. No os imagináis lo que me costó leermelo en su momento, parte por la edad y porque pasar de leer los Superhumor y los Zipi y Zape a un tebeo japo con un dibujo tan jodidamente recargado es un buen trecho. Pero vaya, me lo leí y me acabó gustando, así que mi tío me fué comprando los siguientes volúmenes hasta el 12, que fué cuando mis padres me empezaron a dar la paga y me lo pude comprar por mi cuenta. Luego vinieron Dragon Ball en grapas, Marmalade Boy, Angel, Saint Seiya, Akira, Alita, Video Girl Ai..., y así hasta el día de hoy, más o menos esto es un resumen de mi vida en el ámbito friki.
Ya han pasado unos cuantos años (12 concretamente) y aquí me tenéis, con los 23 tomos sacados por Planeta y esperando a que el hijo de puta de Hagiwara despierte de su letargo y la continúe, pues parece que la palabra currar no existe en su vocabulario como comprobaréis más adelante.
Dejémonos de rollos personales y vamos a lo que interesa, el argumento: Nos encontramos en el mundo ficticio de Metallicana, perteneciente al continente de Metallion. Hace 15 años, un mago negro llamado Dark Schneider (tío bastante chungo) y tres magos más (aún más chungos) se hicieron llamar Los Jinetes del Apocalipsis e intentaron conquistar el reino con tal de instalar en él una sociedad utópica. Pero les hicieron la de Pep Guardiola derrotándoles en menos que se lee este extenso texto. Los 3 jinetes lograron escapar, no así D.S., el cual fue encerrado en el cuerpo de un niño recién nacido con tal de que no hiciera ninguna diablura más. Pasan 15 años y los jinetes chungos se reunen bajo las órdenes de Abigail (tipo muy malvado) con el objetivo de resucitar a la diosa de la destrucción: Antrathax...
La historia en sí comienza cuando conocemos a Tia Noto Yoko (chica cañón con diseño ochentero) y a su hermanastro Lucer, un niño muy bondadoso y servicial. Yoko es la hija del sacerdote que encerró al mago negro en el cuerpo de un recién nacido. Todos viven en Metallicana, que inexplicablemente empieza a ser atacado por tropas enemigas. El sacerdote, desesperado por no poder contener el ataque toma una drástica decisión: volver a invocar a D.S. para que se cargue a los malotes y acto seguido volver a encerrarlo. Como habréis deducido, Lucer es el crío que contiene a D.S. en su interior. Para poder despertarlo se necesitan dos requisitos: conocer el hechizo para ello y recibir el beso de una virgen. Yoko cumple estos requisitos, y pese a que al principio se niega en rotundo a hacerlo, su padre y las bolleras de las sacerdotisas la meten en una diatriba... ¿qué pasará?
Como puede verse el argumento no es que sea muy original y tiene muchos altibajos a medida que avanza, disolviéndose el prometedor arranque en un compendio de tetas, culos y hostias (muchas) por doquier. Los primeros tomos tienen su gracia, pero los siguientes se hacen bastante aburridos y pesados ya que todo consiste en ver como DS mete hostias día sí, día también, suelta un taco, se tira a cualquier cosa que lleve mayas y no dejan de salir pervertidos que le quieren hacer cosas feas a la pobre Yoko. Aunque al menos las sagas de
Por otro lado hay que reconocer que Hagiwara es un crack en el arte del grafismo, domina a la perfección las facciones del cuerpo, sobre todo los femeninos (no olvidemos que fue asistente de un autor de hentai) y es un maestro en las escenas de lucha. Y sus fondos y escenarios no se quedan atrás, llegando a veces a un nivel de detalles que roza lo obsesivo. Esto es tanto su punto fuerte como su talón de Aquiles, ya que hay momentos en los que el dibujo está tan recargado que cuesta distinguir que está pasando, lo que puede llevar a confusiones en una lectura rápida.
Aún con todo no deja de ser excelente y ya lo quisieran para si muchos autores actuales.
Y ahora toca rozar el tema que más apesta en torno a esta serie: la periodicidad. Muchos de los que seguís Hunter X Hunter al día os quejáis de que Togashi tiene periodicidad ortogonal (dícese del acto de tener ganas de currar cuando te sale del FISTRO ANAL y mientras pongo la excusa de que estoy podrido para salir del paso -yo creo que le da a determinadas SUSTANCIAS ILEGALES, pero ese es otro tema- ) aunque al menos el tío se digna cada 6-8 meses a sacar una nueva tanda de capítulos -los suficientes para recopilar un tomo- antes de volver a su piso franco en Jamaica. Bien, pues lo de Hagiwara es lo más surrealista que existe en torno a esto. Empezó a publicar esta obra en el 88, saliendo los 7 primeros tomos de una forma más o menos regular. A principios de los 90 redujo su ritmo de publicación a dos semanas al mes, por los que salían dos tomos al año. Pero a partir del 96 empezó el cachondeo: publicaba cuando le daba la gana, la calidad del dibujo se redujo de forma drástica, los guiones eran cada vez más caóticos y ponía unas excusas de lo más estúpido para escaquearse. Para que os hagáis una idea, entre el tomo 23 y 24 pasaron...¡¡¡3 AÑOS!!! Y demás para colmar el vaso, desde hace unos años se la pasaron de la Shonen Jump a la Ultra Jump, revista que se caracteriza por que todas sus obras tienen periodicidad sepulcral (no se me ocurre otra forma de definirlo, por que si los autores de esa revista no están muertos yo no sé que coño pasa)
Os preguntaréis tras leer esto por que demonios no se cancela esta obra. Es algo tan sencillo como que aún goza de popularidad en Japón, de ahí que Shueisha le esté dejando tener a Hagiwara una serie de privilegios que para cualquier otro autor serían inimaginables.
Concluyendo solo me queda decir que es recomendable a los que le guste la fantasía heróica y los mangas de aventuras ochenteros, siendo esto último importante, pues pese a que es un shonen y no deja de tener los fallos típicos del género, está concebido muy a la vieja usanza, muy ochentero, muy pop, por lo que es más aconsejable para "viejotakus" que para los más novatos.
También hay una kanzenban que lleva unos 5 o 6 tomos que no sé donde leí que estaba en estudio por Planeta. Yo intento ser optimista y creo que tarde o temprano acabará llegando aunque será el tiempo, juex inexhorable en estos casos, el que decidirá.
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